¿Donde dice la Biblia que con la vara que mides serás medido?

Si hay una frase que nos invita a la reflexión es aquella que versa: “con la misma vara que mides serás medido”. Pero, ¿dónde está dicha esa frase en la Biblia?

Pues bien, “Con la vara que midas serás medido”, no aparece exactamente así en las escrituras, pero el concepto mismo es mencionado en Mateo 7:2 en el Nuevo Testamento, donde se lee: “Con la medida que uses, se te medirá y se te agregará a tus propias medidas.”

Y en Lucas 6:38, la Biblia dice: “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosante se os dará en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os medirá a vosotros en respuesta.”

En otras palabras, Jesús nos insta a ser misericordiosos con los demás y ser generosos en dar porque, como dice el famoso dicho, “lo que siembras cosecharás”.

Pero, ¿qué significa realmente esa frase para nuestra vida cotidiana?

Si examinamos nuestra propia conducta, ¿podemos decir que siempre tratamos a los demás con la misma amabilidad, compasión y tolerancia que esperamos de ellos? Probablemente, la respuesta sea que no siempre.

Es fácil ser crítico y juzgar a los demás, pero olvidamos que nuestras acciones y actitudes nos definen más a nosotros mismos que a los demás. Si esperamos ser respetados, compadecidos y valorados, debemos dar el mismo trato a los demás, sin importar su origen, su trabajo, su educación o su raza.

La frase “con la misma vara que mides serás medido” es una invitación a la reflexión y una llamada a la acción. Necesitamos ser honestos y justos con nosotros mismos y usar la empatía para comprender a los demás.

Si nos comportamos con amabilidad y tolerancia, estamos construyendo relaciones positivas y madurando como seres humanos. La semilla que plantamos ahora crecerá en la cosecha del mañana.

Incluso, hay versículos en la Biblia que ejemplifican esta enseñanza en las situaciones en las que la vida nos somete a dificultades y adversidades.

En Proverbios 26:27 dice: “El que cava un hoyo para otro, caerá en él; y el que rueda una piedra, para él volverá.” Es decir, cualquier acción negativa que emprendamos contra alguien más nos perjudicará a nosotros mismos.

Esta es la misma idea expresada en Gálatas 6:7: “No se engañen; de Dios no se burla, pues todo lo que el hombre sembrará, eso también cosechará.”

Todo esto puede sonar a cliché, pero es un hecho espiritual y práctico que deberíamos aplicar en nuestra interacción diaria con los demás. El perdón, la misericordia, el amor y la compasión son las enseñanzas fundamentales de Jesús.

Cuando somos generosos con otros, damos testimonio del amor incondicional de Dios y construimos un mundo mejor.

Al final, la frase “con la misma vara que midas serás medido” no sólo es una enseñanza bíblica, sino un principio fundamental para vivir de manera justa y compasiva en esta vida.

Así que, recordemos el concepto de Jesús y hagamos nuestra parte para construir relaciones positivas, cultivar la empatía, la tolerancia y el amor incondicional a los demás. Porque las acciones y actitudes que sembramos son las que cosechamos.

¿Qué significa tener la misma vara de medir?

La justicia en cualquier nación es un tema esencial para mantener la paz, la estabilidad y la confianza en el sistema legal. Sin embargo, es lamentable que en nuestro país, aún continuemos observando cómo las personas que detentan el poder actúan con desigualdad y falta de objetividad, brindando injustamente protección a algunos y condena a otros,

Un ejemplo claro de esta situación fue la destitución del coronel de Policía David Flores, luego de que él apareciera en un spot publicitario defendiendo el referendo del 21 de febrero de 2016. Esta acción, según la Constitución Política del Estado, está prohibida y, por ende, es considerada ilegal. Pero, ¿qué hubo con aquellos que ostentan un cargo político y que, de igual modo, violaron la ley?

Resulta sorprendente que el ex Comandante General de la Policía, el general Abel de la Barra, no haya recibido una sanción o castigo por abiertamente defender el Movimiento Al Socialismo, en contravención de la ley, mientras que el coronel Flores sí terminó fuera de la policía. Además, en la ley 101 de Régimen Disciplinario de la Policía se establece como falta grave la militancia política de los servidores públicos, lo cual nos lleva a cuestionar si realmente se está aplicando a todos el mismo criterio.

Es claro que aquí no se les ha medido con la misma vara a los tres jefes policiales. Según la oposición, el motivo de la diferencia de trato recae en que Abel de la Barra, al igual que Faustino Mendoza, tienen o tuvieron relaciones estrechas con el partido de Gobierno. Esto no solo es injusto, sino que es contraproducente para la justicia, porque daña la imagen que ésta proyecta.

La falta de objetividad también se puede observar en otros contextos, como ocurre, por ejemplo, cuando se trata de alcaldes o de bloqueos. En estos situaciones, vienen a la mente varios episodios, en que se denotan actuaciones no equitativas por parte del sistema judicial.

En última instancia, se hace necesario que se aplique la justicia de forma más rigurosa y objetiva. No es justo que los ciudadanos más pobres y vulnerables sean los más afectados por la falta de tolerancia y la falta de claridad de los gobernantes. Todos los individuos deben recibir igualdad ante la ley, sin importar su procedencia, afiliación política o posición social.

Es verdad que nuestra realidad es dura, compleja y difícil, pero permitir la impunidad y la falta de compromiso con la justicia resulta lapidario no solo para aquellos que enfrentan continuamente peligros en sus luchas personales, sino para la sociedad en general. La supervivencia de nuestra nación como un sistema verdaderamente democrático, donde la ley se aplica equitativamente, está amenazada si no logramos construir una verdadera justicia.

El problema es que hay quienes intentan explotar estas desigualdades y se proponen desestabilizar el sistema de gobierno. Entonces, las ratas más astutas del país saben cómo maniobrar por sobre la ley y controlar el poder, para proteger solo sus intereses personales.

Por eso, en tiempos de crisis política y social como en los que vivimos actualmente, es aún más importante la lucha contra la corrupción y la impunidad. Estos son dos males que corroen nuestras instituciones y que permiten que muchos individuos no sean juzgados de manera equitativa.

Tenemos que continuar trabajando en reformas que permitan el acceso igualitario a la justicia y que efectivamente reduzcan las brechas entre ciudadanos. Deberíamos poner en marcha procesos de reformulación del sistema judicial que permitan cerrar las puertas a la corrupción y que provoquen que todas las personas en este país sean tratadas en igualdad de condiciones ante la ley.

Es responsabilidad de los ciudadanos más conscientes exigir que se actúe con objetividad e imparcialidad. Solo así lograremos construir una sociedad más justa, equitativa y democrática.

¿Cuál es el significado de Mateo 7 2?

La Biblia incluye un número significativo de versículos, algunos de los cuales son difíciles de entender. El versículo Mateo 7:2, es un ejemplo de ello: “Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os medirán a vosotros“. La lectura de este pasaje invita a meditar acerca de su significado, el cual ha sido interpretado de diversas maneras a lo largo de los siglos.

Para muchas personas, el significado del pasaje es claro: si juzgas a alguien, puedes esperar el mismo trato a cambio. En otras palabras, los que juzgan a los demás serán juzgados a su vez. Esto implica que juzgar a alguien es arriesgarse a ser juzgado por los mismos estándares que se están aplicando a otra persona.

Desde un punto de vista histórico, es importante tener en cuenta que la frase “con la medida con que medís, os medirán a vosotros” aparece en muchos otros lugares de la Biblia. Se encuentra en el Antiguo Testamento en Isaías 65:6 y Job 4:8, y en el Nuevo Testamento aparece en Lucas 6:38 y Marcos 4:24, lo que sugiere que el mensaje detrás de la frase no es único de Mateo 7:2.

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Los eruditos se han cuestionado si el significado de la frase es tan simple como parece. Algunos sugieren que la intención es transmitir la idea de que el grado de indulgencia que utilizamos cuando juzgamos a los demás será con el que Dios juzgue nuestras acciones.

Por otro lado, algunos expertos piensan que la frase puede ser interpretada de una forma más amplia, significando que todo lo que hacemos en la vida es en última instancia juzgado por Dios, y que nuestras vidas son evaluadas de acuerdo a lo que hacemos con los demás.

This idea ha sido vista por algunos como un reflejo del concepto cristiano del amor a los demás como a uno mismo, el cual se encuentra en otro pasaje del Nuevo Testamento.

De cualquier forma, las interpretaciones del pasaje no terminan aquí. San Agustín, un padre importante de la Iglesia Cristiana, habló acerca del pasaje, e incluyó entre sus interpretaciones otra posibilidad: “No juzguéis, para que no seáis juzgados, pues con la medida con que medís, seréis medidos”.

Otro factor a considerar es que la traducción de este versículo puede variar en diferentes versiones de la Biblia. La versión King James de la Biblia, por ejemplo, utiliza las palabras “measure for measure” en lugar de “con la medida con que medís”. Esto sugiere una posible relación con la obra de Shakespeare “Measure for Measure”, la cual hace uso de esta misma frase.

Dado que el lenguaje y la interpretación del pasaje pueden ser confusos, y dado que se trata de uno de los versículos más citados de la Biblia, probablemente sea importante no ser dogmático acerca de su significado.

Como mencionamos al principio, muchos creyentes toman el pasaje como una advertencia contra el juicio de los demás. Otros piensan que la frase habla de la importancia del amor en la vida cristiana. Y claramente hay muchas interpretaciones diferentes en el medio.

Dado que la Biblia se presta a tanta interpretación, es importante recordar siempre que no podemos conocer todas las verdades que hay detrás de ella. Lo que sí podemos hacer es reflexionar en profundidad acerca del significado del pasaje, y buscar maneras de aplicarlo en nuestra vida diaria.

En definitiva, el significado de Mateo 7:2 es una cuestión compleja, y la mejor manera de entender lo que este versículo significa es explorar todas las interpretaciones posibles y tratar de aplicar su mensaje en nuestra vida cotidiana.

Entre los autores que han discutido y escrito sobre el evangelio de Mateo, se encuentran algunos nombres destacados, como Charles Hodge, Matthew Henry, William Barclay y Craig S. Keener. Cada uno de estos autores ofrece una visión diferente de la literatura bíblica, y sus investigaciones sobre el pasaje Mateo 7:2 pueden resultar interesantes para aquellos interesados en profundizar su conocimiento acerca de la Biblia.

Para resumir, el significado de Mateo 7:2 es un tema que se puede interpretar de diversas maneras. Deseamos que este artículo te haya ayudado a comprender este importante pasaje bíblico y su relevancia en la vida cristiana.

¿Qué dice en Mateo 7 15?

El capítulo 7 del evangelio de Mateo está lleno de enseñanzas importantes que Jesús deja para sus discípulos. De este capítulo, el versículo 15 es uno de los más contundentes, ya que Jesús advierte a sus seguidores sobre los falsos profetas.

“Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces”, dice Jesús en el versículo 15. Esta es una advertencia directa y clara sobre aquellos que se presentan como líderes espirituales, pero que en realidad tienen intenciones ocultas y pueden causar mucho daño.

Jesús no solo habla sobre los falsos profetas, sino que también nos advierte sobre su manera de actuar. Estos falsos líderes se disfrazan como ovejas, aparentando ser bondadosos y espirituales, pero en realidad son lobos rapaces. Engañan a las personas para que les sigan y luego las utilizan para su propio beneficio.

La advertencia de Jesús es clara: no te dejes engañar por aquellos que parezcan estar en la dirección correcta, pero que de hecho solo están buscando su propio interés. En lugar de eso, busca a aquellos cuyo carácter y acciones sean verdaderamente bondadosos y estén guiados por el amor y la verdad.

En los versículos siguientes, Jesús continúa hablando sobre el juicio y la vida. Él nos dice que no debemos juzgar a otros si no queremos ser juzgados por ellos mismos.

“¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?”, pregunta Jesús en el versículo 3. Esta es otra advertencia importante sobre la necesidad de centrarnos en nuestro propio crecimiento espiritual y dejar de juzgar a los demás.

Jesús también nos enseña sobre el poder de nuestras palabras y acciones. Él nos dice que nuestros actos deben estar en línea con nuestras palabras. Si esperamos que los demás hagan algo por nosotros, también debemos estar dispuestos a hacerlo por ellos.

En el versículo 13, Jesús habla sobre la puerta estrecha y el camino angosto que lleva a la vida eterna. Esta es una enseñanza profunda y llena de significado. Jesús nos dice que el camino hacia la vida eterna no es fácil, y que solo aquellos que estén dispuestos a hacer el trabajo duro podrán seguirlo.

Jesús también nos da la clave para reconocer a los verdaderos líderes espirituales: por sus frutos los conoceréis. En otras palabras, sus acciones hablarán mucho más alto que sus palabras.

Además, Jesús nos recuerda la importancia de hacer la voluntad del Padre celestial. Él dice en el versículo 21: “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre”.

La enseñanza de Jesús culmina en las parábolas del final del capítulo 7. En estas parábolas, Jesús nos habla sobre la importancia de construir nuestra vida sobre una base sólida y estable.

En la primera parábola, Jesús compara a una persona sabia que construye su casa sobre la roca, con otra persona insensata que construye su casa sobre la arena. Cuando llegan las tormentas y las inundaciones, la casa construida sobre la roca se mantiene firme, mientras que la casa construida sobre la arena se derrumba.

La segunda parábola habla de los árboles y sus frutos. Jesús nos dice que un buen árbol da buenos frutos, mientras que un árbol malo da frutos malos.

En síntesis, en Mateo 7:15, Jesús nos advierte sobre los falsos profetas y la necesidad de reconocerlos antes de ser engañados. También nos recuerda que debemos centrarnos en nuestro propio crecimiento espiritual y no juzgar a los demás, y nos enseña sobre la importancia de hacer la voluntad de Dios y construir nuestra vida sobre una base sólida.

¿Como la vara que mides serás medido?

El refrán popular “Con la vara que mides serás medido” tiene su origen en los evangelios canónicos, donde se hace referencia a la importancia de actuar con justicia y equidad. Es un recordatorio de que nuestras acciones tienen consecuencias y que, tarde o temprano, lo que hacemos se vuelve contra nosotros.

En la actualidad, uno de los temas que más han puesto en tela de juicio el accionar de las autoridades en nuestro país es la corrupción. En este contexto, el Departamento Especializado de Lucha Contra la Corrupción de la Felcc ha emitido informes que involucran a 17 personas en un caso de “operaciones financieras sospechosas” relacionadas con el Municipio cruceño.

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La UIF tiene la obligación de denunciar los delitos de acción pública y determinar si las “operaciones sospechosas” se subsumen en los delitos mencionados anteriormente. Sin embargo, los informes de la UIF no han discriminado cuáles son los delitos posibles en los que se encuadran las “operaciones sospechosas” ni han cumplido con su obligación legal de denunciar o activar el aparato jurídico.

Es importante recordar que el Principio de Legalidad es un pilar jurídico del derecho, y cualquier acción que se realice fuera del marco de las leyes establecidas puede considerarse una violación de los derechos humanos.

Entre los involucrados en este caso se encuentra el fiscal departamental de Santa Cruz, lo que ha generado un gran revuelo en la sociedad. Si bien no se conocen los delitos específicos que se le atribuyen al fiscal, los informes del Departamento señalan “operaciones financieras sospechosas,” lo que ha generado dudas sobre su implicación en posibles actividades ilícitas.

En este sentido, es importante que se respete el debido proceso y las garantías constitucionales, para que los involucrados tengan la oportunidad de defenderse y demostrar su inocencia o culpabilidad. Sin embargo, la administración de justicia (jueces, fiscales y policías) está en crisis y ha acusado a ciudadanos por hechos que no se subsumen en los tipos penales vigentes.

Aunque el fiscal podría enfrentarse a un proceso, aún no se ha tomado ninguna medida debido a la falta de claridad sobre los delitos que se le imputan. Esto ha generado una gran incertidumbre en la sociedad y ha puesto en duda la eficacia de las instituciones encargadas de mantener la justicia y el orden en nuestro país.

La corrupción es un problema que afecta no solo a nuestro país, sino a nivel mundial. Sin embargo, es importante que se tomen medidas concretas para combatirla y que se respeten los derechos y garantías de las personas involucradas. Como dijo Heráclito, “Ningún hombre se baña dos veces en el mismo río, porque nunca es el mismo río y nunca es el mismo hombre.” Del mismo modo, nuestras acciones tienen consecuencias y es importante que actuemos con justicia y equidad, para evitar que seamos juzgados con la misma vara con la que juzgamos a los demás.

En conclusión, la corrupción es un problema complejo y multifacético que afecta a muchas personas de diferentes maneras. Es importante que se tomen medidas concretas para combatirla, pero también que se respeten los derechos y garantías de los involucrados para evitar que se generen injusticias. Debemos recordar el refrán “Con la vara que mides serás medido,” y actuar siempre con justicia y equidad. Solo de esta manera podremos avanzar como sociedad y garantizar un futuro mejor para todos.

¿Qué dice en Mateo 7 24?

Amigos lectores, hoy quiero hablarles sobre un pasaje del Evangelio según San Mateo que me ha impactado profundamente. Se trata de Mateo 7, 24-27, en el que Jesús nos invita a construir con obras y no solo con palabras.

“Por eso, todo el que escucha estas palabras mías y las pone en práctica es como el hombre prudente que construyó su casa sobre roca.”

Este pasaje nos habla sobre la importancia de la acción y su relación con la solidez de nuestras construcciones, ya sean físicas o espirituales.

No basta con tener buenos propósitos o decir que se hará algo, es necesario seguir adelante y poner manos a la obra para llevar a cabo nuestros proyectos y sueños.

Creo que, especialmente en estos tiempos de pandemia, ese mensaje de Jesús de que debemos construir sobre roca cobra una gran relevancia, porque muchas personas se han quedado solo en intenciones y no han sido capaces de concretar sus planes.

Es verdad que algunos sueños se han visto truncados por circunstancias ajenas a nosotros, pero también es verdad que muchos otros proyectos no han podido salir adelante por falta de compromiso y dedicación.Por eso hoy quiero exhortarlos a todos a que sigamos adelante, a que superemos los obstáculos y a que construyamos nuestras vidas y nuestras comunidades sobre roca firme, sobre el compromiso y la acción concreta.

Pero, ¿cómo podemos construir bien? Jesús también nos da una respuesta en este pasaje:

“Todo el que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, es como el hombre insensato que construyó su casa sobre arena. Y cuando vino la lluvia, las inundaciones y los vientos, la casa se derrumbó y quedó totalmente destruida”.

Jesús nos está diciendo que no basta con tener buenas intenciones, sino que se debe obrar de forma prudente y sobre todo, sobre una base firme, que es su palabra.

Es decir, construir bien es escuchar a Jesús y poner en práctica lo que nos dice a través de su palabra. Es dejar de lado aquellos valores que son una complejidad de la modernidad y que en su mayoría llevan a la destrucción de la humanidad.

En este tiempo de adviento, que es tiempo de espera y preparación, qué mejor que dedicar unos minutos cada día a meditar sobre la palabra de Dios y a ponerla en práctica en nuestra vida diaria.

La solidaridad es uno de los valores que se enseña en la Iglesia; solidaridad que viene del latín “solidus”, que significa sólido, unísono, duradero. Esta palabra nos habla de la necesidad de ser uno solo, de trabajar unidos para lograr un bien común.

En estos tiempos de pandemia, la solidaridad se ha revelado como un valor clave para enfrentar la crisis. Las personas que han sido solidarias y generosas, que han compartido sus recursos y han colaborado con su prójimo, han sido los que han logrado sobrellevar mejor esta situación.

Por eso, quiero recordarles una anécdota que me parece muy ilustrativa del valor de la solidaridad:

Cuenta la historia de un anciano campesino que plantó una palmera frente a su casa. El sultán pasó por allí un día y al ver la palmera en seguida dijo al anciano:

“Viejo loco, ¿para qué plantas una palmera? Imagina que tarda veinte años en dar sus frutos, y para entonces, seguramente ya habrás muerto”.

Pero el anciano le respondió:

“Eso es cierto, majestad, pero si todos pensaran así, nadie plantaría palmeras y nadie tendría sombra ni alimento”.

El sultán se quedó pensando en las palabras del anciano y decidió recompensarlo por su sabiduría. Le entregó cien monedas de plata y le dijo:

“Es un honor para mí tener a un hombre como tú como súbdito. Siempre sabes qué decir y cómo actuar en cada situación”.

El anciano, con gran humildad, respondió:

“Gracias, majestad, pero lo cierto es que me limito a seguir los consejos de mi corazón y a hacer todo lo que está en mi mano para mejorar las cosas”.

Finalmente, quiero recordar a San Francisco Javier, presbítero, que hoy se celebra su fiesta. Oriundo de Navarra, fue uno de los primeros compañeros de San Ignacio de Loyola en la Universidad de París. En 1541 lo designan para predicar el Evangelio en las Indias Orientales portuguesas, donde evangeliza la India, Ceilán (Sri Lanka), las islas Molucas y el Japón, muriendo a la vista de China, completamente consumido por la pasión de buscar la gloria de Dios y la salvación de todos los hombres.

San Francisco Javier fue un ejemplo de compromiso y de acción concreta en la propagación del Evangelio. Su vida es una invitación a todos nosotros a construir sobre roca firme, a escuchar y poner en práctica la palabra de Jesús y a ser solidarios y comprometidos con nuestros semejantes.

En este tiempo de adviento, les invito a reflexionar sobre estas enseñanzas y a ponerlas en práctica en nuestra vida diaria, para que juntos construyamos un mundo más justo, solidario y fraterno.


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